martes, 7 de junio de 2011

LA ESCENCIA DEL LIDERAZGO


Creer en uno mismo le da a un individuo la confianza en sí como para entrar en lo desconocido y persuadir a otros para que vayan donde nadie ha ido antes; pero esto tiene que estar combinado con una duda considerable, con la humildad para aceptar que a veces uno puede estar equivocado, que otros también tienen ideas, y que escuchar es tan importante como hablar.


La pasión por el trabajo proporciona la energía y el enfoque que impulsan la organización y que sirven de ejemplo para otros; pero esto también tiene que combinarse con lo opuesto, con la conciencia de que existen otros mundos, porque el enfoque puede convertirse en anteojeras, en incapacidad para pensar más allá del estrecho terreno en que uno se desenvuelve. Los grandes líderes encuentran tiempo para leer, para reunirse con personas que no pertenecen a su círculo, para ir al teatro o para ver películas, es decir, para entrar en otros mundos.


El líder debe amar a las personas, porque en una comunidad de individuos, aquéllos a quienes los individuos les resultan una lata y una molestia pueden ser respetados o temidos, pero no serán seguidos de buena gana.


Sin embargo, este atributo requiere también su opuesto, la capacidad para la soledad, porque los líderes tienen que ser sinceros. No siempre es posible compartir las propias preocupaciones con alguna otra persona. Pocos darán las gracias al líder cuando las cosas van bien, pero muchos lo culparán si las cosas van mal. Los grandes líderes tienen que marchar solos de vez en cuando. Tienen que vivir también a través de otros, derivando su satisfacción de los éxitos de los demás y dando a esos otros el reconocimiento que ellos mismos suelen negarse.


Para vivir con esas paradojas, se requiere una gran fuerza de carácter. También se requiere tener fe en lo que uno está haciendo. El dinero solo no basta para proporcionar el motivo para aceptar estas contradicciones. Incluso la afición al poder es insuficiente porque el poder suprime las contradicciones en lugar de mantenerlas en equilibrio.


Los grandes líderes son producto de las grandes causas, pero los líderes, en el mejor de los casos, también generan grandes causas. Tristemente, por carecer de una causa, nosotros también solemos crear una crisis…


A menos que una organizacion cree una causa más amplia y más importante que el enriquecimiento de los accionistas, tendrá pocos grandes líderes. Es más probable que los encontremos en el campo de lo no lucrativo. Si eso es así, entonces ese sector puede sin embargo convertirse en el campo de entrenamiento para los negocios y quizá incluso para la política.




“Liderazgo significa que un grupo, grande o pequeña, esta dispuesto a confiar la autoridad a una persona que ha demostrado capacidad, sabiduría y competencia.”

Walt Disney

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