jueves, 23 de abril de 2009

SUSAN BOYLE Y EL FENOMENO DEL VIDEO VIRAL













Estoy completamente seguro que algunos de ustedes han escuchado hablar de Susan Boyle, una mujer desempleada de 47 años, que vive en Escocia y que decidió participar en el reality show Britain Got Talent”, con su impresionante interpretación de la pieza musical “I dream a dream” de la obra musical clásica “Les Miserables”.

VER VIDEOS AL FINAL

En Estados Unidos el  periodismo online ha sido aprovechada esta noticia por varios panelistas expertos en diferentes temas relacionados a internet, ya que es un claro ejemplo del fenómeno de video viral y el efecto de boca en boca que hoy se vive a diario e impacta a los diferentes medios.

La mayoría de los asistentes a la conferencia lo habían visto por supuesto. Era el No.1 en Twitter, en Google y en los primeros lugares en Youtube.

Se han llevado a cabo coberturas especiales en shows como el de Larry King Live en CNN y en el  que en forma simultánea, accedí a youtube para confirmar que el video había subido de 19 a 21 millones de visitas en menos de 5 minutos por su efecto en la audiencia de TV tradicional. También apareció en varios programas de la cadena Fox, Today Show, etc, etc. Además aparecieron  varios artículos publicados en el Wall Street Journal, USA Today y otros periódicos, las revistas Time y Newsweek.

A continuación algunas conclusiones a las que llegue en base a los artículos leídos referente a esto:

1. El video ha impactado porque hay una historia humana en el. Hay una persona común y corriente con un look lejano a una estrella, pero con un talento extraordinario, el cual se ha dado a conocer a nivel mundial a través de internet.

2. El público quiere ver más de estas historias positivas, de personas reales, no de estereotipos o personas transformadas en el mundo artificial del Botox y cirugías plásticas. Tampoco quieren reality shows o noticias que degradan al ser humano y solamente resaltan su lado oscuro para hacer dinero.

3. La mayoría de presentadores de shows de TV se mostraron a favor de dejar a Susan Boyle tal y como es, no transformarla, pues es auténtica y un ejemplo positivo para la gente común. Por supuesto seguirán de cerca su participación en el show BGT y su efecto en internet.

4. El público decide que es lo que quiere ver, que es importante y que no, mediante los medios sociales disponibles para ellos como Youtube, Facebook, twitter, propulsores del “efecto viral o de boca en boca”

5. El fenómeno de Susan Boyle, ha tenido un efecto Domino, ya que ha impactado también a su predecesor, Paul Potts, un vendedor de celulares, con un extraordinario talento, quien ganó el concurso “Britain Got Talent” en el año 2007 con su exquisita interpretación de Nessun Dorma.  También ha puesto nuevamente de moda las diferentes interpretaciones de la Obra Musical “Les Miserables” disponibles en Youtube y cuyos videos también hay tenido un incremento importante en cantidad de visitas y comentarios en los últimos días por sus diferentes interpretes como Patty LuPone, estrella de Broadway y Ruthie Henshaw interprete original de la obra en Londres y quien participó en el Concierto de su Decimo aniversario.

6. Es impresionante como Susan Boyle una desconocida que vive en un pueblo de Escocia y que se vuelve de fama mundial casi en forma instántanea, gracias al fenómeno de boca en boca” y del video viral, las redes sociales y por supuesto internet.

7. Finalmente una gran lección para los Reality Shows, ya que en CNN pudimos ver como uno de los jueces, pedía disculpas públicamente a Susan Boyle por su actitud algo sarcástica y escéptica previo a su interpretación. Me pareció un actuación justa y un mensaje positivo sin precedentes. Hasta la invitó a cenar frente a millones de televidentes, cuando se diera la oportunidad. Por supuesto, ha previsto el impacto de su mala actuación, en su popularidad y en el show.

Seguramente Susan Boyle se convertirá en una de las grandes intérpretes de nuestra era al igual que Paul Potts y otros cantantes que han surgido a la luz pública desde el anonimato mediante este tipo de shows que apuestan a lo seguro junto a las grandes cadenas disqueras amenazadas por itunes e internet. No obstante, el fenómeno de boca en boca de las redes sociales y el mismo internet, han sido los grandes propulsores para su propagación a las masas a través de todo el mundo.

Comparto con ustedes uno de los videos de Susan Boyle disponibles en Youtube y el video de Paul Potts de su participación en el mismo show en el 2007.

“No es lo que eres lo que te limita, sino lo que crees que eres”

 Seneca

Video de Susan Boyle  con 33 millones de visitas

http://www.youtube.com/watch?v=31yzafJerZk

Video de Paul Potts con 46 millones de visitas

http://www.youtube.com/watch?v=USRw5FQJuG0

miércoles, 15 de abril de 2009

LA FÁBRICA AUSENTE

















¿Que tienen en común: la ropa Calvin Klein, los tenis Nike y Reebok, los peluches Dakin y la cerveza Samuel Adams?

Además de que son compañías exitosas, ninguna de ellas fabrica nada. No han invertido un dólar en bienes de capital; no tienen obreros; no se preocupan por adquirir la última tecnología en fabricación, y tampoco cuidan los aspectos tradicionales de medición de productividad manufacturera.

Toda su producción la mandan maquilar. Es outsourcing en su máxima expresión. Hacen concursar a las fábricas y constantemente les piden cotizaciones. No se “casan” con ninguna en especial. Las cambian según les convenga.

Una gran parte de las compañías que fabrican bajo el esquema outsourcing, no solo no se comprometen con fábricas determinadas, tampoco lo hacen con los países donde están ubicadas. Ayer pudieron estar comprando de Corea, hoy de Tailandia y mañana de China o México. Y ahí no para la cosa.

Dentro de un mismo país también se la pasan de compras. Pueden cambiar a los proveedores localizados en Tijuana por otros que están en Cd. Juárez, para quizás luego irse a la nueva zona maquiladora de Yucatán.

Calvin Klein, Nike, Reebok, Dakin y Samuel Adams son expertos en marketing. Hasta dan la apariencia que la producción es algo accesorio.  Su área fuerte está en el diseño del producto, y sobretodo en el diseño del empaqueen su sentido integral.

Por el empaque podemos entender toda la mística que envuelve a un producto o una compañía: la publicidad, el logotipo, el tipo de establecimientos en que se vende, la imagen proyectada, el tipo de segmento que ataca, el empaque físico del producto, etc., todas forman parte de la equivalencia perceptual que evoca en el consumidor.

¿Qué tan fuerte puede ser una compañía que no fabrica; que no tiene integrada su área de producción? ¿Podrá ser competitiva? ¿Está en desventaja?

Aparentemente a Nike y Reebok no les hace falta ser fabricantes. 

Estas dos empresas han impulsado el consumo de tenis a alturas inconcebibles. Entre las dos venden casi 7,000 millones de dólares al año (datos del 95). La participación mundial de mercado, combinando Reebok y Nike, es del 55%.

Respecto a sus comerciales, si algo hacen es inspirar; fomentan el deporte y están en contra de la vida sedentaria. Sus anuncios están tan afinados a los consumidores que inquietan a la parte pasiva de cada uno de nosotros. Nos ponen a pensar……. “debería hacer ejercicio”, “cómo he engordado”, “estoy comiendo mucho”, “traigo mala condición”; y para terminar, Nike todavía viene y nos dice “Just do it” (hazlo sin excusas, ya). 

Nike y Reebok son compañías de marketing. Lo utilizan como punta de lanza para guiar la estrategia de la empresa. Su misión es desarrollar la marca en la mente de los consumidores. El esfuerzo está concentrado en el diseño, la logística de la distribución y el posicionamiento. Horacio Marchand Flores.

Otro ejemplo es la cerveza Samuel Adams. Aunque todavía no llega a México, las noticias de éxito de esta “cerveza casera” han rebasado la frontera estadounidense. Aparte de ser exitosa, esta compañía ha sido severamente criticada por sus competidores.

Se le ataca de que su posicionamiento de cerveza a-la-Nueva-Inglaterra (la zona noreste de Estados Unidos), es falso. Afirman que ni siquiera produce su propia cerveza, que la mandan maquilar y de ahí que no exista una auténtica diferenciación.

Otro de los ataques es que se anuncian como un “micro-brewery” (cervecería pequeña que hace “cerveza casera”), y para los millones de dólares que vende, su categoría de micro ya no viene al caso.

El caso es que una de las cervezas con los más altos índices de crecimiento y éxito en el mercado, tampoco es fabricante.

Otro artista del marketing que hace algunos años se le olvidó donde estaba su fortaleza es Calvin Klein. Hace tiempo le dio por hacerse fabricante. Decidió que las fábricas a las que él les compraba, en algunos casos hasta el 100% de su producción, ganaban mucho dinero. Además de ambición, Klein sucumbió a la muy humana necesidad de hacer algo nuevo “para cambiarle”.

Por poco se va a la quiebra. Calvin Klein no pudo con el nuevo giro. Se metió en problemas insospechados; operar fábricas era otra cosa. La deuda que contrajo para comprar a sus proveedores lo empezó a devorar.

Cuando estaba a punto de perderlo todo, un amigo suyo compra la deuda que tenía con bancos y le da un respiro. Promete no hacer efectivo los documentos a cambio de que se deshiciera de su nuevo “imperio manufacturero”. Forzado por el pésimo resultado de su estrategia diversificadora (finalmente fabricar es otro giro), Klein vende las fábricas que acababa de adquirir, y a dedicarse a lo suyo.

Calvin Klein hoy es otra vez el exitoso diseñador. Las fábricas se pelean por su cuenta. Le suplican que les mande órdenes; y él se deja querer. Hace concursos internacionales y escoge al mejor del momento. Adiós a la fabricación; bienvenido de regreso al marketing y al dinero.

En los tiempos de globalización, conviene reconsiderar a la “fábrica ausente”. No todo lo que vendemos lo tenemos que fabricar. En lugar de crear fábricas e incurrir en todas las inversiones asociadas, quizás sea mejor inventar marcas y darles una personalidad en el mercado; independientemente de quién haga la parte de manufactura.

“Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia”.

Samuel Johnson