Los aumentos salariales son, en efecto, una causa importante del compromiso de los empleados con la empresa, sin embargo, especialistas aseguran que la remuneración no lo es todo y que otro tipo de incentivos y reconocimientos pueden mejorar la productividad de la empresa.
“Hoy en día las empresas en México todavía no entran en una cultura de integrar un sistema de incentivos importante a la estrategia de la empresa para incentivar a los empleados”
“Hoy en día las empresas en México todavía no entran en una cultura de integrar un sistema de incentivos importante a la estrategia de la empresa para incentivar a los empleados”
De todas lasorganizaciones del país, sólo entre 1 y 3% cuentan con sistemas de reconocimiento interno sin contar lo económico como premio.
“Se ha malentendido que el incentivo debe ser un incremento de sueldo o algún bono, descuidando otro tipo de reconocimientos, de beneficios para que el empleado esté mucho más comprometido con los resultados de la empresa”.
Uno de los problemas que se tiene al dar dinero a manera de premio es que el empleado lo utilizará para algo externo y, en cuanto no lo recibe pierde parte de su compromiso.
“Los reconocimientos internos entre pares, subordinados, supervisores que puedan ser públicos sobre lo que se está aportando genera mayores satisfactores y resultados que darles un incremento de sueldo”.
Esta situación trae beneficios a la organizacion ya que los empleados se comprometen más con los resultados y estrategias de la empresa.
Las empresas sin programas de reconocimiento tiene una rotación de personal cada año y medio o dos años, en cambio, ofreciendo cartas de agradecimiento, reconocimientos públicos e inclusiones en los planes de carrera, los trabajadores se quedan más tiempo y esto implica un ahorro en costos.
El 20% de la plantilla en una empresa genera cerca del 60% de toda la productividad de la misma, otro 60% realiza el 30% y el resto es generado por la población laboral del negocio.
“Todos tienen necesidad del dinero, pero el incentivo económico pierde el impacto inicial de ser algo duradero. Cuando no es monetario: una carta o un reconocimiento público, tiene un efecto duradero mucho mayor”.
“Daria todo lo que se, por la mitad de lo que ignoro.”
Rene Descartes
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