Un buen día, hablando con el jefe de comercial le contó un nuevo proyecto. Podría liderar la transformación del área comercial, desde el punto de vista informático. De hecho, sería un gran cambio en la manera de hacer de la empresa… y se necesitaba alguien que no sólo fuera bueno en informática, pero también liderando proyectos y cumpliendo plazos. Y este jefe comercial la hizo sentir muy bien. Le dijo que valía. Le dijo que le encantaría que trabajara allí.
Y mi amiga… se quedó anonadada. Pero… ¿realmente alguien me “quiere” profesionalmente?
Se quedó estupefacta. Se dio cuenta que, después de más de cinco años… nadie jamás le había dicho lo que valía. Nadie le había reconocido su trabajo. Ni le había dicho que era buena, muy buena. De hecho, empezaba a pensar que su trabajo sólo le importaba a ella.
Y claro… ¿qué hacer? ¿Te vas con el que te dice que te quiere? ¿Te quedas con el que no te lo dice pero igual lo piensa? ¿Hablas con los dos? ¿Te sientes mal por haber hablado con “posibles pretendientes”?…
Todavía está pensando…
“O Formas parte de la solucion, o formas parte del problema, y si no, formas parte del problema, si no, formas parte del paisaje.”
Robert De Niro (Pelicula Ronin)
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