Este equipo soñado para todos en realidad sí existe y no precisamente en un fórmula mágica. Se requieren en realidad cuatro herramientas para lograrlo: formación, penetración, organización y desempeño; al reunir estos factores se puede hablar de una renovación, o bien, del llamado 'dream team'.
La formación es el inicio del proceso, es donde todos tienen ideas sin alguna dirección y debemos entender que existe poca confianza entre los integrantes porque tienen poco tiempo de conocerse, o por lo menos, de conocer el propósito de este nuevo equipo de trabajo.
Ciertamente la mayoría presentan su mejor comportamiento en esta fase de crecimiento. Es importante que les aclaremos la misión y el propósito del equipo, establecer metas, evaluar los recursos con los que contamos: conocimientos, habilidades, dinero, equipamiento, etcétera, pero muy importante, sobre todo es el establecimiento de los roles que cada integrante deberá jugar.
La penetración es la forma en la que argumentaremos la formación del equipo y aclaro que puede haber conflicto en cuanto a propósito, liderazgo y procedimientos de trabajo. Durante esta fase las personas a menudo sienten que el equipo nunca logrará “estar unido”. Esta etapa es similar a la etapa de desarrollo humano de la adolescencia, para lograr este razonamiento debemos compartir, escuchar, establecer confianza, crear una cultura en la que se aprecien las ideas. Para impulsar esta etapa podemos desarrollar un sistema de apoyos para establecer metas individuales que nos llevarán a la meta de equipo.
La organización tiene lugar cuando los miembros del equipo empiezan a desarrollar una visión compartida y a establecer metas y objetivos. Los miembros empezarán a conocer las fortalezas de cada uno y la mejor manera de trabajar juntos. Aquí podremos diagnosticar y resolver problemas apoyándonos en las fortalezas individuales y del equipo.
Durante el desempeño los miembros ya contarán con un sentido claro y compartido de su propósito, existirá un alto nivel de confianza y comunicación: la camaradería, las relaciones y el espíritu de equipo florecerán. En esta etapa no hay que olvidar darle seguimiento al diagnóstico y a la resolución de problemas que se vayan presentando, apoyándonos de las fortalezas individuales y del equipo, es menester recordar que para el 'dream team' alcance sus objetivos, es imperativo mantener una atmósfera que promueva el diálogo abierto.
La renovación ocurrirá cuando el equipo se encuentre en un nivel de funcionamiento tan eficaz que pueda redefinir su propósito compartido y responder rápidamente al cambio. Para esto, el liderazgo del equipo deberá ser compartido.
“La mesura no produce nada. El caos y el conflicto son la condición para lo nuevo.”
Horacio Marchand
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