Una Historia de Inteligencia
En el año de 1980 una empresa de
semiconductores, llamada Applied Materials, se decidió a iniciar operaciones en
Japón.
Aunque las ventas de esta compañía eran de
69 millones de dólares anuales, el gasto que representaba su oficina en aquel
país representaba una preocupación para su presidente.
Sin embargo él pensaba que debía de
aprender la manera en que los japoneses estaban incursionando en la industria
de los semiconductores. Hoy en día Applied Materials realiza ventas por 4.1
billones de dólares y el cincuenta por ciento de ellas provienen de Asia. Parte
del éxito de su crecimiento se debe a la inteligencia competitiva que fueron
capaces de recolectar, durante 18 años, siete de sus empleados en la oficina
Japón.
“Más Sabe El Diablo Por Viejo...”
De acuerdo a las agencias de inteligencia
internacionales, como la CIA y KGB, se requiere de cuando menos cinco años de
entrenamiento intensivo para que una persona se dedique a labores de
inteligencia. Lo mismo sucede en la inteligencia de negocios, le toma varios
años a una persona sensibilizarse e ir conociendo las variables que afectan a
determinada industria. Ahora que las grandes organizaciones están “renovando” a
la mayoría de sus ejecutivos mayores de cincuenta años, resulta interesante
considerar la posibilidad de “aprovechar” al personal más experimentado en
labores de inteligencia competitiva. Además si no conserva a estos elementos,
¿qué sucedería si pasan a manos de su competencia?
Cualidades Que Debe Tener Un Analista En
Inteligencia
Además de la experiencia, es importante
que la persona que se dedique a recolectar y analizar información tenga las
siguientes características:
1. Saber Escuchar Activamente
Existen una gran cantidad de cursos y
libros que tratan sobre el cómo hablar en público, pero existe muy poco
material que trate sobre el tema de saber escuchar. Los grandes vendedores,
reporteros e investigadores suelen ser personas que escuchan atentamente cada
palabra y “observan” cada movimiento que hace la otra persona mientras habla.
Ya lo mencionábamos en otra ocasión, la mejor fuente de inteligencia la
representan las propias personas, de manera que debemos aprender a obtener de
ellas la información que necesitamos.
2. Un Gusto Por Los Rompecabezas
Los analistas en inteligencia reconocen
inmediatamente cuando han encontrado una buena pieza de información, aunque
todavía no saben a ciencia cierta como lo van a utilizar. Primero recolectan
piezas aisladas de información que aparentemente no guardan ninguna relevancia.
Después, durante la etapa de análisis, juntan toda la información y empiezan a
formar el “rompecabezas.” Finalmente, cuando todavía no tienen toda las piezas,
completan el escenario basándose en deducciones e inferencias.
3. Saber Buscar En El Pajar Electrónico
Una buena cantidad de información se
encuentra almacenada en bases de datos y publicaciones periódicas que conservan
sus datos en formato electrónico. De ahí que sea muy importante el saber
utilizar los comandos y términos apropiados para realizar en forma efectiva las
búsquedas. La gran mayoría de las bibliotecas universitarias cuentan con
personal especializado en bases de datos y búsquedas a través de Internet.
4. Una Buena Dosis de Sentido Común
Durante una reunión con un cliente escuche
una historia muy interesante sobre como una empresa regiomontana “se las
ingenió” para conseguir información de su competencia.
Equipo Pesado
La compañía mencionada se dedica a venta
de equipo pesado, y una de sus metas era conseguir información sobre la
cantidad de unidades que vendía su competencia.
Para lograr esto “contrataron” los
servicios de la persona que vende tacos enfrente a su competidor, lo entrenaron
en cuanto a identificar los modelos del equipo que ahí se venden. Y finalmente
le diseñaron una forma para que registrara diariamente la cantidad de unidades
y modelo que de ahí salían. Al cabo de un tiempo tenían una idea basta
aproximada de la información que estaban buscando.
Museo de Ciencias de Chicago
Un día el Museo de Ciencias de Chicago se
cuestionaba sobre cual era el mayor atractivo de su colección, la respuesta la
sabían las personas de mantenimiento. Ellos tenían que cambiar frecuentemente
el piso de una sección por el constante desgaste que presentaba, y esta área
era la que atraía al mayor número de personas.
“Conocer y no hacer, es lo mismo que no
saber.”
Raul Reyes
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