En una organización conviven personas de distintas edades pero todas deben tener el mismo objetivo.
Miles de empresas conviven a diario con 4 generaciones, de diferentes valores, expectativas y comportamientos, lo cual tiene un alto impacto en las organizaciones y su productividad.
Al respecto, los empresarios coinciden en decir que estas generaciones tienen muchos atributos positivos, la clave estaría en lograr maximizarlos.
De acuerdo con esta frase, resulta vital para el éxito de las compañías tener en cuenta las diferencias generacionales y cómo éstas impactarán en su capacidad para reclutar y conservar al personal.
Los Tradicionalistas
Son los nacidos entre 1922 y 1945, es decir, que tienen entre 64 y 87 años. Están convencidos que el mundo necesita paz, reglas, estructuras, y sus valores son la lealtad, el respeto por la autoridad y sobre todo el sacrificio. Su meta es crear un legado, son ahorrativos y dado la época en la que nacieron siempre están preocupados por los días difíciles que pueden aproximarse.
Con respecto a estos, las compañías tienen el desafío de ver cómo hacer para motivarlos.
Los Baby Boomers
Nacieron entre 1946 y 1964 y son los que predominan en el grueso de las empresas. Desde su ingreso al mercado laboral siempre buscaron tener impacto tanto en su trabajo como en la sociedad, y luchar contra las reglas y estructuras.
En la mayoría de los casos, trabajan muchas horas, ya que esto tiene que ver con un valor personal.
La Generación X
Tienen entre 28 y 43 años, dado que nacieron entre 1965 y 1980; se trata de personas independientes, que veían a sus padres trabajar "demasiadas" horas a la semana.
Una pregunta recurrente en esta generación es ¿qué hay para mi en esto? cada vez que se intenta convencerlos de ingresar a algún proyecto, por lo que resulta importante explicitarles los beneficios que obtendrán.
La Generación Y
Sus integrantes son los nacidos a partir de 1981 en adelante. Se trata de los más jóvenes en las empresas. Respiran la tecnología, es parte de su vida y resultan ser muy creativos. Sus valores son la diversidad, el optimismo, la dedicación, las acciones colectivas, la innovación y la aceptación de las diferencias.
Una de sus mayores características, que muchas veces puede resultar un problema para los directores, es que sólo respetan a la autoridad que les demuestra competencia.
“Dime y lo Olvido, Ensename y lo Recuerdo, Involucrame y lo Aprendo.”
Benjamin Franklin
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