La muerte de una leyenda
En el año 1978, Wallenda intentó cruzar la cuerda floja entre dos edificios en Condado, Puerto Rico. En aquella ocasión Wallenda dio sus primeros pasos bajo una fuerte brisa que hacia aletear su ropa. El equilibrista se mostró un poco indeciso y tardó más de lo acostumbrado. Aunque los espectadores percibieron el peligro, muchos pensaron que era parte del espectáculo. Segundos más tarde Wallenda perdió el equilibrio y cayo al vacío. En pocos segundos su cuerpo impacta el suelo y muere.
Después de este trágico evento, la esposa de Wallenda dijo: “Durante tres meses seguidos antes de este espectáculo, Karl solo pensaba en no caerse al andar por
Igual ocurre en las organizaciones
Igual sucede en las organizaciones, los errores se cobran muy caros. Y además, la “factura emocional” se carga poco a poco, durante largo tiempo. En este tipo de empresas la gente “va a la segura”: no innova, no propone, ni se arriesga. Les sucede lo mismo que a Karl Wallenda, concentran todas sus energías en evitar el fracaso. Pero recordemos lo que dice Gerald Suárez: “La ausencia de errores no es un indicador de la presencia de éxito”. Además, se ha comprobado que cuando hacemos las cosas bien validamos lo que ya sabemos pero no estamos aprendiendo nada nuevo.
Tipos de Errores
Desde mi perspectiva hay tres tipos de errores: los de acción, cuando hacemos algo que no debimos, los de omisión, dejar de hacer lo que debimos de haber hecho. En el caso de Wallenda, hizo lo que no debió haber hecho, pensar en caerse; y no hizo lo que debió haber hecho, visualizar la caminata con un resultado positivo. De acuerdo a lo anterior, Wallenda cometió errores de acción y de omisión. El tercer tipo es el error de sumisión osea de acuerdo al jefe o la organización, esto ocurre cuando no se hacen las cosas como le gustan a “x” o “y” Director, o de acuerdo a determinada política interna. ¿Le suena conocido?
Ahora imagínese a su organización, existen algunos puestos en donde las personas experimentan la misma sensación que Wallenda al caminar en la cuerda floja: le señorita que cobra en la caja, el que reporta a un jefe neurótico, la señorita de "telemarketing" a la que le graban las llamadas, etcétera. Las personas que laboran en estas actividades están propensas, como Wallenda, de cometer errores de acción y de omisión.
Evitando Cometer Errores
Los errores de acción se pueden evitar con una actitud proactiva, con la debida capacitación que proporciona confianza a las personas a tomar decisiones. Los errores de omisión se pueden evitar con procesos adecuados y con un buen “check-list”. A veces se pueden evitar también con una persona que audite los procesos. El problema está en los errores “de acuerdo al jefe”, y estos son los que las personas más temen, especialmente en estos tiempos de desempleo...
“No tiene nada de malo meter la pata de vez en cuando, pero hay que sacarla lo más pronto posible”.
Felipe González
Ex-presidente de España
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