Descubra cuál es la esencia de la función directiva, y enfréntese a los cambios que le permitirán encontrar el equilibrio entre la renovación constante y la estabilidad necesaria… en pocas palabras elija: ´Cambiar o no cambiar: esa es la gestión´.
Los buenos directivos saben que no se les paga sólo para obtener el máximo beneficio, sino además para que consigan que quienes trabajan para ellos se superen con su ayuda, su apoyo y su orientación. En otras palabras, para hacer que esas personas sean capaces de llevar a cabo cambios por sí mismas. Gestionar esos cambios requiere ciertas habilidades directivas. Como argumenta el profesor del IESE (Universidad de Navarra) Guido Stein en su reciente libro "Cambiar o no cambiar: esa es la gestión" (Gestión 2000), a la alta dirección le conviene desarrollar el hábito de enfrentarse a una realidad ambigua y a veces paradójica.
Se suele decir que el principio de un directivo eficaz consiste en remitirse a los hechos y que éstos son los que garantizan el éxito de las estrategias: los hechos son lo objetivo y lo fundamental. "Esto es verdad, pero no es toda la verdad, ni siquiera la parte más importante, ya que los hechos por sí solos son mostrencos. Sin la percepción subjetiva y la posterior interpretación, también subjetiva, los hechos no dicen nada a nadie. Sólo para los pusilánimes valen por sí mismos".
Estas palabras del profesor del IESE Guido Stein en su libro "Cambiar o no cambiar: esa es la gestión" sintetizan bien lo que para él es la esencia de la función directiva: dirigir a las personas y su trabajo, enfrentarse diariamente con los cambios y encontrar el equilibrio entre la renovación constante y la estabilidad necesaria.
No se trata de elaborar un enfoque teórico sofisticado, advierte el autor, sino de que la dirección debe tener claro hacia dónde encaminar los pasos de su empresa. Dirigir ha sido siempre una labor de síntesis, de inteligencia y de voluntad y saber orientarse con rapidez y flexibilidad se ha convertido en algo indispensable.
Liderar tiene mucho de artesanal y nada de erudición inasequible. Como dice el autor: "el cambio no es la faz de un rompecabezas anárquico sino la energía de un lego con el que el hombre construye su vida y su felicidad". Un buen líder ha de ser simultáneamente un líder bueno. Y es que en el origen de los cambios y su verdadera gestión uno siempre encuentra personas.
Guido Stein es Doctor en Filosofía (Management) por la Universidad de Navarra, MBA por el IESE y licenciado en Filosofía por la Universidad Complutense de Madrid. Profesor en el Departamento de Dirección de Personas en las Organizaciones del IESE, también es presidente ejecutivo de EUNSA y EIUNSA, y consultor en varias empresas de los sectores financiero, industrial y de servicios profesionales.
Asimismo, es miembro de la prestigiosa International Academy of Management , colaborador en publicaciones periódicas como "Expansión" o " Harvard Business Review ", y ha escrito varios libros.
"El coraje necesario de un líder para concretar una visión viene de su pasión, no de su posición".
John Maxwell
hey tu paguina me parese interesante me gusta el liderasgo y veo que ati tambien
ResponderEliminarSi, asi es, considero que si existieran mas LIDERES y "Menos Jefes" este mundo seria muchisimo Mejor.
ResponderEliminarPor Favor Cuidate Mucho.
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Raul Reyes