Apuntar a todos los segmentos por igual o de forma diferenciada, son decisiones claves para alcanzar el éxito en una negociación.
Antes de disparar, hay que apuntar a un objetivo. De eso se trata la estrategia comercial: decidir dónde poner los mayores esfuerzos de la compañía para alcanzar las metas plateadas.Hay que determinar prioridades y definir cuáles son los segmentos más importantes para la
Una vez que se han determinado de forma clara los distintos segmentos del mercado, hay tres caminos o estrategias básicas que tomar: la indiferenciada, la diferenciada y la concertada:
1. Estrategia Indiferenciada
Tomar este camino significa pasar por alto la diferenciación del mercado en segmentos, dirigiéndose a todos con la misma estrategia (producto,
Sin embargo, es difícil que con una estrategia de este tipo puedan satisfacerse adecuadamente las necesidades de todos los consumidores.
2. Estrategia Diferenciada
A diferencia de la anterior, esta estrategia se concentra en desarrollar las necesidades de cada uno de los segmentos objetivos, mediante el
Este camino puede ofrecer ya sea productos completamente distintos o distintas variantes del producto básico, adaptados a las demandas de segmentos específicos y con
3. Estrategia Concentrada
Esta mirada busca aprovechar al máximo la segmentación, al elegir uno o dos de estos para concentrar toda la estrategia comercial. La selección de los segmentos a explotar debe tomarse de un análisis completo, ya que elegir solo algunos segmentos tiene sus riesgos, como el debilitamiento de la demanda, los cambios de preferencias o la entrada de nuevos competidores.
Por el otro lado, las ventajas de una estrategia concentrada apuntan a explotar alguna ventaja competitiva y obtener una mayor participación de mercado. En el fondo, aprovechar al máximo nuestras ventajas.
“Lo más importante en la comunicación es poder escuchar lo que no esta siendo dicho”
Peter Drucker
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