jueves, 25 de septiembre de 2008

MIRASMUS



Durante la Guerra de Corea
El pasado 23 de agosto del 2006, el capitán Tim Wilson, del 302 regimiento de la Fuerza Aérea del ejército de los Estados Unidos, escribió un ensayo titulado "La Prisión de la Desesperanza", a continuación transcribo algunos párrafos. "El porcentaje de POW (prisoner of war) prisioneros de guerra que murieron en la cárceles de los coreanos del Norte (los apoyados por los comunistas) alcanzó el 38 por ciento, el porcentaje más alto en toda la historia militar de los Estados Unidos.
¿Qué factores influyeron en esto, considerando que en estas prisiones se les proveía de suficiente agua, alimento y cobijo? Además se encontró que no existió tortura física en la mayoría de los soldados fallecidos."Las prisiones de la Guerra de Corea (1950-1953) no guardaban extremas medidas de seguridad, como cercas de púas o guardias armados, sin embargo, muy pocos intentaban escapar. Lo que es peor, cuando la Cruz Roja Internacional llegó a rescatar a los prisioneros estadounidenses sobrevivientes, muy pocos se interesaron en llamar a sus casas y preguntar por sus seres queridos."
En la mayoría de los sobrevivientes se encontró muy pocas muestras de camaradería o amistad, como suele presentarse entre soldados que son presos por el enemigo. Pero lo que más estremeció al personal de la Cruz Roja fue saber que muchos de los soldados murieron simplemente sentados en una esquina de la celda con la cabeza cubierta con una sábana; los prisioneros simplemente se abandonaron a ellos mismos y se dejaron morir. Lo que inevitablemente ocurría a los pocos días".
Síndrome de desolación
El doctor William Mayer, psiquiatra, asistente del Secretario de Salud del Departamento de Defensa de los Estados Unidos durante el gobierno de Ronald Reagan, encabezó un estudió en mil prisioneros de la Guerra de Corea y encontró que los soldados que fueron capturados padecían un avanzado estado de "desolación". El doctor Mayer llamó a esta situación, que presentaban los individuos bajo estudio, "mirasmus", éste es un término médico que describe una demacración progresiva del cuerpo humano debido a una condición de debilidad crítica.

De acuerdo al doctor Mayer, esta situación devastaba a hombres fuertes que habían sido bien entrenados en las bases militares, pero que eventualmente caían en una pasividad extrema, "bajaban la guardia" en cuanto a sus resistencia emocional y finalmente se daban por vencidos, aguardando (y deseando) a que llegara el momento de morir.
Pero, ¿qué es lo que provocaba esta situación?
Técnicas para matar emocionalmente
Los coreanos del Norte utilizaron de manera efectiva cuatro técnicas para llevar a los soldados estadounidenses prisioneros a un estado en el cual perdían el interés en su vida.
Primero, destruían la confianza entre ellos, fomentando que a cambio de cigarrillos o dulces, los soldados informaran sobre todo lo que hacían sus compañeros a los celadores de la prisión.
Segunda técnica, hacían que prevaleciera un ambiente de crítica extrema entre ellos. Los guardias obligaban a los prisioneros a formarse en pequeños grupos en donde los presos debían confesar todo lo malo que habían hecho en los últimos días y sólo podían hablar de las cosas buenas que no habían podido realizar. Esto era realizado para destruir la autoestima y la seguridad en sí mismos.
Tercero, para romper la lealtad entre los soldados cautivos, especialmente hacia el líder del grupo y su país, promovían el aislamiento entre ellos y fomentaban el interés (egoísta) personal, no el del equipo. En una ocasión, cuarenta prisioneros aventaron fuera de la celda a tres compañeros muy enfermos y los dejaron morir a la intemperie. Cuando les preguntaron por qué lo habían hecho, dijeron: "no era mi trabajo mantenerlos vivos".
Finalmente, la última técnica para destruir la moral de los soldados estadounidenses prisioneros consistía en "bombardearlos" con mensajes emocionales negativos todo el tiempo. Si un prisionero recibía una carta con buenas noticias de su hogar, la destruían; si la carta traía malas noticias (especialmente la muerte de un familiar) la entregaban de inmediato.La metódica y constante aplicación de las cuatro técnicas antes mencionadas lograba destruir cualquier esperanza y sentido de interés en la vida de los soldados capturados, llevándolos a un sentimiento de profunda desilusión hacia sus seres queridos, sus ejercito, su país y, finalmente (y lo más importante), hacia su fe personal.
El síndrome de Mirasmus que encontró el doctor Mayer no es otra cosa que un profundo estado de desolación extrema, entiendo por desolación una aflicción extrema, un sentimiento agudo de angustia que nos destruye nuestra iniciativa y nuestro interés por la vida. En la antigua Roma, la palabra asolar significaba destruir, arrasar. Una ser desolado, es una persona arrasada emocionalmente, que puede perder o ha perdido toda esperanza.
¿Cómo está la situación en su empresa? ¿Cómo está el espíritu de equipo, el compañerismo y la lealtad? ¿Cuántas personas a su alrededor han perdido la seguridad en sí mismos y el interés en el trabajo? ¿Cuántos se sienten desolados y están esperando que "los corran" o que los llamen de otra empresa? ¿Cuántos se sienten como prisioneros de guerra en Corea?

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