La dinámica diaria de las compañías es de competencia, competimos contra las empresas rivales, las que se quieren quedar con parte de nuestro pastel del mercado (clientes, ventas, flujo de efectivo, canales de distribución, etcétera). La competencia exige una postura de pelea, de lucha constante para defender lo nuestro y quitarles a los demás lo suyo, nos guste o no así es el ambiente de la libre competencia.
Si usted ha practicado algún tipo de deporte de contacto, como futbol americano, judo o karate, sabe que la clave antes de iniciar un combate consiste principalmente en "estar bien plantado", es decir, bien parado en ambos pies o en la posición correcta. Esto es el balance corporal, si el cuerpo está en una postura correcta soportamos mejor los ataques del enemigo y podemos movernos mejor para atacar y contraatacar.
Lo mismo sucede en las organizaciones, una empresa mal parada, mal plantada en sus bases, está vulnerable, con cualquier leve ataque caerá, por supuesto está fuera de balance. Las estructuras de las empresas están más allá que en sus cimientos y de su tesorería, están en el personal, en el ambiente organizacional, en la relación con los clientes, en la forma en que interactúan y otros elementos intangibles.
Existen seis elementos que se establecen como los que mantienen una empresa en balance: propósito, cultura, estrategia, la estructura y los procesos internos, la forma en que interactúan los miembros, y la forma de métrica y el sistema de recompensa que aplica la empresa.
Propósito Una organización que se centra principalmente en el propósito puede ser muy atractiva para los soñadores e idealistas, puede que sus miembros se sientan muy a gusto alineados con el fin, pero eventualmente necesitará aterrizar en planes, acciones y, finalmente, números todos los esfuerzos. ¿Cómo llevar los propósitos a resultados? Balanceando el propósito con otros elementos.Por otro lado, una empresa que no tiene un propósito, no tiene espíritu, no tiene alma, sus miembros no encuentran sentido ni trascendencia en sus esfuerzos y acciones. Estamos de acuerdo, el propósito no es lo más importante, pero ayuda a despertar la fuerza interior de la empresa y sus miembros. Además de generar utilidades, ¿cuál es el propósito de su organización?
Cultura Una empresa en donde la cultura es lo más importante es como la realeza, muy suntuosa en sus formas, llena de tradiciones y rituales muy significativos, pero en ocasiones poco prácticos. El enemigo número uno de la innovación en las empresas es la cultura interna. La cultura de la antigüedad (los empleados con experiencia valen más), la cultura del organigrama (sólo los jefes cuentan), etcétera.Pero una empresa sin cultura no tiene identidad, es como un individuo sin personalidad, es un como una compañía sin logotipo, no tiene nada que la distingue ni diferencia de las demás. Una empresa orgullosa de sí misma posee una cultura sólida y arraigada que hace también sentir orgullosos a sus miembros.
Estrategia La estrategia es quizás uno de los elementos "más manoseados" en el lenguaje empresarial, usamos la palabra estrategia para explicar los planes, para justificar presupuestos, para vende ideas. La estrategia describe el mapa del terreno en donde vamos a combatir, una buena estrategia es una idea clara del espacio y las condiciones bajo las cuales vamos a competir. La estrategia es el "dónde", el "cómo" hacerlo es la táctica.Los grandes estrategas militares seleccionan el terreno en dónde realizar sus batallas, o al menos le sacan el máximo beneficio al espacio, porque sus tácticas, las acciones que van a tomar, están diseñadas a éste.
Una empresa sin estrategia no tiene una idea del entorno en donde está, usualmente porque cree conocer muy bien su mercado o porque confía demasiado en "su feeling".Una empresa sin estrategia es como un auto de fórmula uno sin los neumáticos adecuados al terreno, es como un cazador sin un mapa o una idea del área, es como un alpinista sin el equipo apropiado para tipo de montaña. Las empresas que no tienen estrategia usualmente están embarcadas en nuevos planes y proyectos semanales, en cada junta crean nuevas tareas, y están llenos de listas de actividades sin concluir.
Propósito, cultura y estrategia son tres de los seis elementos que componen una organización de acuerdo con los autores Yamashita y Spataro. La ausencia y debilidad en cada uno de éstos es tan peligrosa como la dominancia y el exceso de los mismos.
Estructura y Procesos ¿Cómo están conformadas las unidades de negocio, los departamentos, los equipos de trabajo en los proyectos? ¿Cómo se nombra al líder? ¿Quién es el líder formal y el informal? ¿Se siguen procesos o alguna metodología para la resolución de problemas o sólo organizan juntas maratónicas para buscar culpables y asignar responsables? Sobre los procesos es muy fácil hablar. En todas las organizaciones existen, en alguna oficina, grupos de carpetas en donde están muy bien documentados, como si fueran joyas valiosas, perfectamente limpias y guardadas. Que me perdonen, pero los procesos no sirven para nada si no se revisan frecuentemente, un proceso es algo vivo, si se mantiene oculto en una carpeta se asfixia y termina muriendo. Forma de interactuar Recuerdo cuando trabajé en una institución educativa privada y desde el primer día me llamaban "doctor". Cuando les pregunté por qué lo hacían, me dijeron: "es para no fallarle, porque a los profesores que tienen doctorado les molesta mucho que no los llamemos por su título".La manera en que interactúan los miembros de una organización fuera del ámbito de la empresa es muy significativa. Algunas empresas organizan con frecuencia reuniones con las familias de los empleados, otras forman equipos deportivos, y algunas no hacen absolutamente nada, dejan que los miembros se mal o bien organicen de manera independiente.
Métrica y sistema de recompensa Se dice que en las organizaciones uno obtiene lo que recompensa, si usted premia solamente las ventas, toda la organización estará trabajando el día último facturando hasta que el cuerpo aguante. Todo depende en dónde ponga la mira. A veces detrás de un equipo desmotivado no está más que un sistema de medición y recompensa mal diseñado o poco claro.
En la antigua Francia existía un aparato gubernamental llamado "Conseil du Roi" ("el Concilio del Rey"), que no era otra cosa que un equipo de personas formado para preparar información y aconsejarle, para que así el rey pudiera tomar decisiones después de una buena y cuidadosa deliberación. Una buena forma de tomar decisiones en una empresa podría ser dialogando con personas que estén familiarizadas con: el propósito empresarial, la cultura organizacional, la estrategia de negocios, la estructura interna, los procesos, la forma de interactuar, la métrica de resultados y los métodos de recompensa.
Esto puede ser considerado "el Concilio del Director de Empresa".
"Tómate tiempo para deliberar, pero una vez llega el momento de actuar, deja de pensar y ve para adelante".Napoleón Bonaparte
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