Ser administrador no necesariamente implica ser líder. Y viceversa.
Un administrador se enfoca al cómo. A la productividad, a la calidad, al logro de objetivos trimestrales o semestrales; en resumen, a hacer las cosas bien.
Un líder se enfoca al qué. A definir el rumbo, a fortalecer la esencia competitiva, a la estrategia (no se confunda con metas ni objetivos); en resumen, a hacer las cosas correctas.
La pregunta clásica se sigue haciendo. El líder nace, se hace o un poco de ambas?
Quién sabe que será; pero hay ejecutivos que se les mandan a dos mil cursos de liderazgo y no pasa nada. Por otro lado, hay ejecutivos que nunca han tomado un curso pero son líderes prominentes. Y también los hay que ante determinadas situaciones, y debido a quién sabe qué proceso interno, de repente se convierten en decididos líderes. Y finalmente, se dan casos donde líderes energéticos se apagan un mal día y desaparecen del horizonte. De todo hay.
Un administrador se enfoca al cómo. A la productividad, a la calidad, al logro de objetivos trimestrales o semestrales; en resumen, a hacer las cosas bien.
Un líder se enfoca al qué. A definir el rumbo, a fortalecer la esencia competitiva, a la estrategia (no se confunda con metas ni objetivos); en resumen, a hacer las cosas correctas.
La pregunta clásica se sigue haciendo. El líder nace, se hace o un poco de ambas?
Quién sabe que será; pero hay ejecutivos que se les mandan a dos mil cursos de liderazgo y no pasa nada. Por otro lado, hay ejecutivos que nunca han tomado un curso pero son líderes prominentes. Y también los hay que ante determinadas situaciones, y debido a quién sabe qué proceso interno, de repente se convierten en decididos líderes. Y finalmente, se dan casos donde líderes energéticos se apagan un mal día y desaparecen del horizonte. De todo hay.
Pero veamos las cinco funciones más importantes de un líder según Warren Bennis, el gurú de liderazgo: la primera es establecer una visión clara y comunicarla. Por ejemplo, el director general de Johnson y Johnson, Jim Burke, pasaba casi el 40% de su tiempo comunicando el credo y la misión de la compañía.
Las otras cuatro funciones del líder son: reclutar gente meticulosamente, la gente hace o quiebra la compañía; recompensar al talento y al esfuerzo; entrenar constantemente; y reorganizar conforme las necesidades.
Jan Carlzon, el célebre autor del libro momentos de verdad, fue nombrado director general de Scandinavian Airlines (SAS) en un momento en que estaba prácticamente quebrada. Su actividad más importante fue definir una visión y clarificar el enfoque que quedó como sigue: SAS se especializará en el viajero ejecutivo (no en los estudiantes, ni en los turistas ni en los caza-paquetes), y será excelente en todos los puntos de contacto con el cliente (servicio).
Para comunicar su visión, Carlzon desarrolló un libro con caricaturas que le llamó “el librito rojo” y lo distribuyó en toda la compañía. Adicionalmente, fundó una universidad corporativa para entrenar a todo su personal para alinearlo con la visión; en este proceso, también desburocratizó a la organización.
En lugar de adoptar la tradicional pirámide organizacional, Carlzon la modificó drásticamente con una serie de círculos que denotaban interacciones funcionales. El nuevo organigrama parecía más bien una serie de galaxias coexistiendo armoniosamente en el universo; incluso su libro originalmente se llamó “Destruyendo Pirámides” en sueco. Fueron los norteamericanos los que le cambiaron a “Moments of Truth”.
Warren Bennis, que lleva toda una vida estudiando y escribiendo sobre liderazgo aclara la diferencia entre administrador y líder:
• El administrador administra, el líder innova.
• El administrador es una copia; el líder es original.
• El administrador mantiene; el líder desarrolla.
•El administrador se enfoca en sistemas y en la estructura; el líder se
. enfoca en la gente.
•El administrador controla; el líder inspira confianza.
•El administrador se enfoca al corto plazo; el líder tiene una perspectiva de largo plazo.
•El administrador pregunta cómo y cuando; el líder pregunta qué y por qué.
•El administrador tiene su mirada en las utilidades; el líder la tiene en el horizonte.
•El administrador acepta el status quo; el líder lo reta.
•El administrador es el clásico buen soldado; el líder tiene sus propias
. ideas.
•El administrador hace las cosas bien; el líder hace las cosas correctas.
No queremos dar la impresión de que ser líder es “mejor” que ser administrador.
Simplemente son habilidades y talentos que se complementan. El verdadero chiste es reconocer que existen diferencias y el hecho de que se tienen qué administrar.
Al mismo tiempo, conviene que los ejecutivos hagan un profundo auto-análisis y cotejen sus propias conclusiones con el jefe, colegas y subordinados.
En esta investigación cada quién podrá detectar sus fortalezas y debilidades en el continuo administrador-líder. Algunos dirán que lo mejor es ser un buen administrador y un buen líder; pero siendo realistas, no es tan sencillo.
En el liderazgo hay pocas reglas. Un examen psicométrico de liderazgo predice poco. En papel no se puede medir la visión del ejecutivo, ni la habilidad para interrelacionarse horizontal y verticalmente, ni tampoco el éxito en el manejo de conflictos, ni la energía con la que define prioridades.
El camino para desarrollar líderes directivos y líderes empresariales en México es largo y complicado. Desarrollar administradores y técnicas de eficientización operacional, deben ser equiparadas con el desarrollo de líderes.
No solo se trata de talento gerencial. En ocasiones lo que se requiere son líderes, aunque no sean tan buenos administradores.
"La falla de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles, sino importantes".
Winston Churchill
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