lunes, 20 de julio de 2009

ADIOS A LAS RESTRICCIONES




















Hoy abunda el conocimiento chatarra. Para descongestionar cuellos de botella es necesario desaprender información que funge como prejuicio. Atreverse a desaprender puede resultar en ganancias millonarias. La sabiduría de ayer se ha convertido en torpeza de hoy: un obstáculo que impide lograr metas.

Una mente con conocimiento se resiste a contradecir la información que ya está almacenada en el cerebro como verdadera. Contrario a lo que la persona piensa, en vez de ser útiles estos datos pueden ser obsoletos para las nuevas necesidades en el trabajo, según Goldratt, creador de la Teoría de las Restricciones (Theory of Constraints, TOC). Es tarea enorme pero necesaria cuestionar lo que se sabe y comenzar a pensar con otra dinámica. Goldratt llama restricción a aquello que imposibilita a una persona u organización a lograr el mejor desempeño para alcanzar sus objetivos. Nadie sospecha el número y complejidad de las restricciones a enfrentar todos los días.

Por ejemplo, si los empleados tienen un problema y encuentran una solución que rompe alguna regla de oro, es muy probable que no la apliquen. El conflicto continúa sin solución y la regla intacta. El problema no desaparecerá, pero el ejecutivo pretenderá que no existe. El mundo se mueve a tal rapidez que hoy es menester cuestionar si la regla todavía aplica en el nuevo entorno empresarial. Ya es hora de no creer en lo establecido y crear nuevas normas. En los últimos años se han dado cambios tan vertiginosos que se genera mayor cantidad de restricciones heredadas de climas organizacionales pasados y que hay que superar.

"Cuando se trata de solucionar varios problemas a la vez se pierde de vista el origen del conflicto y éste queda sin resolver. Hay que examinar lo que siempre se ha considerado obvio y rebatirlo, esto implica el riesgo de cometer errores. Se nos educa para no cometer errores y creer en verdades irrefutables. No es sencillo cuestionar estas nociones, pero es posible", dice Goldratt. Solemos olvidarnos de que toda regla o ley son invento humano y que por lo tanto están sujetas al cambio.

Según Goldratt, una persona que no se equivoca tampoco es una persona muy efectiva. Señala a la educación como origen de todas las restricciones ya que no instruye la importancia de comprometerse cuando surge un problema. Este compromiso implica un riesgo. Permitirse la posibilidad de equivocarse es importante porque reconocer errores equivale a saltar un obstáculo para concentrarse en tareas más constructivas. Se trata de romper con muchas nociones heredadas de la era industrial. Estos conceptos impiden a empresas e individuos moverse más ágilmente en un ambiente mucho más veloz que el del periodo industrial.

Redefinición de Productividad

Por ejemplo, la idea de que el trabajador que produce mayor valor agregado es el más productivo no siempre es acertada. "En ocasiones es mucho más productivo dejar de trabajar, fumarse un cigarro, tomar café y poner en tela de juicio lo más sagrado", explica. Goldratt define la productividad como el acto de acercar a la empresa a su meta. Si en el pasado la línea de producción era un buen indicador de la productividad, en el presente pensar, analizar, reflexionar y encontrar son las herramientas del éxito.

En la era industrial la maquinaria era uno de los activos más importantes, en nuestros días el capital intelectual es la mejor herramienta de competitividad de muchas empresas. La meta de cualquier negocio es ganar dinero y hay dos condiciones para lograrlo, según Goldratt. Una de ellas es mantener al cliente satisfecho. La segunda e igualmente importante: mantener al empleado contento. Esta tarea no es fácil, particularmente en un entorno laboral totalmente nuevo donde la interacción con la tecnología puede convertirse en un placer o en una experiencia sumamente frustrante. Las empresas basadas en conocimiento y tecnología están rompiendo con modelos corporativos tradicionales.

Los negocios punto com son un buen ejemplo del nuevo tipo de firma. Reúnen gente computarizada muy joven con adultos experimentados en otras áreas, pero inseguros frente a las nuevas tecnologías. ¿Qué hacer con esta nueva estructura organizacional, en donde no funcionan las jerarquías y todo debe ser mucho más rápido? En uno de sus libros Goldratt “Necesario, Pero No Suficiente” (Necessary but not Sufficient). Niega que los conflictos que se dan entre colegas adultos y jóvenes deriven de una brecha generacional. "Lo más grave es que se trata de una brecha filosófica", explica.

Lo que los más jóvenes a veces dan por hecho es rebatido por los más entrados en años. "Éstos creen que un centavo más otro, más otro, más otro, hacen una fortuna. Los más jóvenes piensan que si presionan la tecla adecuada el momento preciso pueden mover el mundo", dice. Goldratt utiliza la bala de plata como una analogía para obtener grandes resultados en un corto plazo. Mientras que los mayores a los 30 años no creen en balas de plata, los de veinte las dan por hecho. El escritor advierte que la brecha filosófica puede partir en dos a una empresa.

No hay imposibles

A la mayoría de las personas les han enseñado que no existe la bala de plata. Hay que desaprender esta creencia. Por otra parte, no es fácil presionar la tecla indicada en el momento preciso. Es necesario hacer un análisis, identificar la raíz de un problema. Esto se complica por lo difícil que es reconocer como erróneo algo que ya estaba asumido como una verdad. Según Goldratt darse cuenta de esto equivale a comenzar la elaboración de la bala de plata. "Es común encontrar gente que lleva mucho tiempo buscando respuestas que nunca encuentran. Después de una larga lucha estéril, terminan negando el problema para preservar su dignidad", señala.

Hoy en dia es critico “Acelerar La Toma de Decisiones” y la única manera es utilizar la experiencia e intuición. Aún cuando los ejecutivos más entrados en años no confían mucho en la intuición en la toma de decisiones, vale la pena probarla más seguido. La intuición se desarrolla y agudiza en la medida en que la experiencia se incrementa. El título de uno de sus libros “Necesario, pero No Suficiente” se refiere al hecho de que la tecnología es necesaria desde el punto de vista de que disminuye limitaciones. Si no las reduce no tiene ningún valor.

"Lo que olvidamos con frecuencia es el hecho de que las limitaciones existían mucho antes que la tecnología. La limitación era parte de nuestra experiencia. Esto quiere decir que hemos desarrollado reglas informales que toman estas limitaciones como consideraciones", añade. Ahora que la tecnología está aquí, es necesario cambiar las reglas para evitar que éstas se conviertan en las limitaciones, según Goldratt. Un ejemplo de este error se da entre las compañías punto com, que ofrecen el cielo y las estrellas, pero no tienen los canales de distribución para entregarlas a tiempo. La entrega no es en línea, sino en el mundo real. No pensar en estas nuevas reglas puede dañar la reputación de empresas que han trabajado muy dura y largamente para ganarse la lealtad de sus clientes. El error es no darse cuenta de que no es suficiente contactar nuevos mercados, sino poder cumplir con entregas de servicios y productos ofrecidos en línea.

“Frecuentemente, una crisis surge, no por falta de dinero, sino por falta de ideas.”

Winston Churchill

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