Tome usted los 365 días de un año calendario, quítele 104 días que componen los fines de semana (sábado y domingo) y réstele también 11 días por aquello de festivos y puentes vacacionales, el resultado es igual a 250 días hábiles. Ahora piense qué actividad le gustaría practicar a un ritmo de cuatro horas diarias los 250 días hábiles durante los siguientes diez años de su vida. Esto representa 10 mil horas.
De acuerdo con Malcolm Gladwell, un escritor de raíces jamaiquinas que nació en Inglaterra, creció en la zona rural de Ontario y ahora reside en Nueva York, explica en su recién libro, "Outliers", que las personas que sobresalen muy por encima de la mayoría en alguna tipo de actividad cubren, entre otros atributos, una simple pero poderosa condición: han practicado por aproximadamente 10 mil horas. Y en su libro el autor se apoya en ejemplos.
"Obsesión es un término que utilizan los perezosos para nombrar a la dedicación".
William, "Bill", Nelson Joy es una persona excepcional en el ámbito de las ciencias computacionales, entre sus logros está el ser uno de los fundadores de la empresa Sun Microsystems (cuando tenía 28 años de edad), anterior a esto, cuando cursaba sus estudios de postgrado en la Universidad de Berkeley, fue el programador principal que desarrolló el BSD, una de las versiones más innovadoras del lenguaje Unix.
Bill Joy tuvo la buena fortuna de ingresar a la temprana edad de 16 años a la Universidad de Michigan, en el año 1971, cuando el Centro de Cómputo de esta casa de estudios recién abrió y contaba con el programa de estudios más sólido en esta disciplina, además de poseer una de las computadores "mainframe" más poderosas del mundo que trabajaban bajo el novedoso sistema de "tiempo compartido", que permitía a más de cien personas simultáneamente utilizar el equipo central.
A una pregunta expresa de Malcolm Gladwell sobre cuántas horas al día se dedicó a programar en sus años de estudiante, él contestó que en Michigan dedicaba de 8 a 10 horas diarias, más tarde, cuando estudió la maestría y doctorado en Berkeley, él tenía una terminal en su dormitorio y solía quedarse dormido en el teclado a las 2 ó 3 de la mañana. Finalmente contesto, "creo que le dedique unas 10 mil horas".
"Los verdaderos líderes son personas ordinarias con una determinación extraordinaria".
El doctor K. Anders Ericsson, investigador del área de psicología de la Universidad de Florida, realizó -junto con otros investigadores- un estudio en la academia musical de Berlín sobre el desempeño de los expertos en esta arte y su relación con la práctica concienzuda de la misma. En su reporte explica que las personas solemos atribuir cualidades especiales a los que ejecutan un instrumento musical con excelencia. Y esto no siempre es correcto.
Los grandes jugadores de ajedrez no tienen una memoria, coeficiente intelectual, ni otra capacidad excepcionalmente superior que las personas "normales", lo mismos resultados se presentaron en los estudios realizados a grupos de científicos y artistas prominentes. En sus estudios encontraron que la única diferencia crítica entre músicos considerados como expertos contra otros con menor desempeño es la cantidad de horas que habían practicado individualmente, es decir, sin la compañía de un maestro o en una clase.
Aquellas personas que para la edad de 20 años habían practicado 10 mil horas en forma individual pertenecían al grupo de los músicos profesionales excepcionales, los que habían practicado 5 mil horas eran músicos también profesionales, pero menos destacados, y finalmente los que sólo habían practicado 2 mil horas eran buenos músicos aficionados. En conclusión, la cantidad acumulada de horas de práctica es la variable más importante relacionada con el desempeño de músicos, ajedrecistas y deportistas.
Dicen que fallar es el fertilizante del éxito, por eso cuando uno falla se siente uno como... desecho orgánico. Michael Jordan lo dijo de una forma más elegante: "Según mis estadísticas he fallado más de 9 mil tiros en mi carrera. He perdido casi 300 partidos. He fallado una, otra, y otra vez en mi vida. Y por esta razón es que he alcanzado el éxito". Casos similares son The Beatles, Dustin Hoffman y Bill Gates, pero de esto les hablaré en la próxima columna. La regla de las 10 mil horas me resultante fascinantemente simple, pero muy reveladora: a mayor cantidad horas de práctica mejor desempeño. ¿Alguien lo puede refutar? Y entonces, ¿porque no lo aplicamos?
En el texto "Outliers", el autor Malcom Gladwell habla sobre el caso de Los Beatles, uno de los grupos musicales más famosos de todas las épocas. Cuando este grupo de Liverpool llegó a los Estados Unidos en el año 1964 trastornó a la audiencia juvenil de ese país y afianzó su éxito iniciado en Europa.
Para cuando arribaron a Estados Unidos, sus fundadores y líderes, John Lennon y Paul McCartney, ya llevaban siete años tocando juntos. Antes de llegar a suelo estadounidense, en el año 1960, y no eran más que un par de músicos preparatorianos, fueron invitados a tocar en el bar "Bruno" en Hamburgo, Alemania. Ahí se contrataron con otros "antros", y a pesar de la pobre paga que les daban no dejaron de ir a trabajar para los germanos por las fiestas desenfrenadas que ahí se realizaban.
En un bar de nudistas en Hamburgo, llamado Indra, ellos llegaron a tocar durante ocho horas seguidas por noche, los siete días de la semana. Entre 1960 y 1962, Los Beatles viajaron cinco veces a esta ciudad alemana, en el primer viaje trabajaron 106 noches, en jornadas de cinco o más horas. En el segundo tocaron 92 veces, en el tercero fueron 48 sesiones por un total de 172 horas. Los dos últimos viajes representaron 90 horas de concierto. Se calcula que en año y medio realizaron 270 noches de concierto en Alemania.
La extenuante experiencia de Hamburgo y todos los años anteriores que tenían de practicar y ejecutar conciertos establecen que para cuando llegaron a Estados Unidos Los Beatles habían tocado en más de mil 200 ocasiones.
"La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo planes".
John Lennon
Bill Gates, el hombre que dicen que se convirtió en multimillonario porque entendió un simple concepto: actualizar versiones y venderlas, es también un ejemplo de tenacidad y trabajo duro. Para el anecdotario, Gates es hijo de un abogado acomodado de Seattle y su abuelo materno fue un astuto banquero.
El joven fue cambiado por razones escolares en el año 1968 de una escuela pública a la exclusiva Lakeside, ahí tuvo contacto con uno de los primeros clubes de cómputo que se instalaron en una primaria de los Estados Unidos y el mundo. Ahí tenían una terminal ASR-33 que se conectaba a una microcomputadora en el centro de Seattle y trabajaba en tiempo real.
En ese momento ni siquiera algunas universidades tenían este tipo de equipo. Continuó programando apoyado por ingenieros de la Universidad de Washington en Seattle, luego se metió en problemas con su amigo Paul Allen cuando encontraron la manera de obtener más tiempo de programación que el que tenían autorizados. En la noche, Gates se escapaba de su casa y se iba al centro de cómputo de la universidad a trabajar.
Para cuando estaba en preparatoria fue llamado a trabajar como programador para un proyecto de una central de energía, convenciendo a sus maestros de que acreditaran esto como un proyecto de estudio. Se calcula que para cuando Gates dejó la Universidad de Harvard, y así empezar su propia empresa, había programado por siete años consecutivos, algo así como 10 mil horas.
"El éxito de Gates es que piensa como un programador, él considera que todo puede ser definido, examinado, reducido a componentes simples y reacomodado en una secuencia lógica que permite que se alcance un resultado esperado".
Stewart Alsop
Desde un hombre modesto que siendo chofer aprendió el idioma inglés simplemente escuchando un curso en audio casetes, y ayudó a su jefe en momentos de apuro; o el joven que logró su maestría en el extranjero y ahora es un empresario con una férrea disciplina de trabajo; y el campeón olímpico Michael Phelps, que empezó a entrenar a los 11 años, nadando 50 millas diarias, los siete días de la semana, incluyendo vacaciones, cumpleaños y días festivos; así la vida está llena de historias de personas que han logrado sobresalir sudando en la práctica por algunas miles de horas. ¿Alguien sabe otra manera digna y gratificante para sobresalir en la vida?
"No puedes ponerle límites a nada.
Entre más sueñas, llegas más lejos".
Michael Phelps
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