El pasado 18 de diciembre del 2010 se celebro el partido de Barcelona vs RCD Espanyol el cual gano el Barca por 5 goles a 1, y fue sorprendente ver a miles de socios del RCD Espanyol recibir a Andres Iniesta con aplausos, vítores, carteles y gracias. Pero… ¡Andrés Iniesta es del Barca!. ¿Cómo puede ser que el equipo rival, el equipo enemigo histórico, abra las puertas de su corazón al Sr. Iniesta?
Solo cabe una respuesta: Iniesta es buena persona. Lo de ser buen futbolista se le supone, y lo es. Pero es buena persona. Su marca personal está atada a los valores de la modestia, la solidaridad y el esfuerzo. Casi nada. Y esa marca personal es lo que me llama la atención: el fútbol normalmente está marcado por la soberbia, la arrogancia, la chulería, la mentira…
Andrés Iniesta dio el triunfo a la selección Española en Sudáfrica con un gol en la final. Su manera de celebrarlo fue acordarse de un amigo, Dani Jarque, fallecido recientemente. Poco importa que Jarque fuera jugador del RCD Espanyol, ante todo era su amigo. Y el valor de la amistad está por encima de cualquier rivalidad sobre la yerba. Andrés mostró al mundo que el fútbol puede cambiar, que puede incorporar valores propios de otros deportes más respetuosos con la idea del rival, como el atletismo, el ciclismo o la fórmula uno.
Y ese dia (18 diciembre 2010) Andrés tuvo su justa recompensa.
Fue aplaudido al comenzar el partido y fue aplaudido al ser sustituido en los minutos finales. En su pagina web destaca hoy este texto “No tengo palabras para describir lo que he sentido cuando he abandonado el campo, simplemente agradecerse lo a toda la afición del español, muchas gracias!! Ahora toca a pensar en el partido de copa del martes!”. Quizás él no lo sepa, pero cualquiera que siga los pasos del de Fuentealbilla (Albacete) en Facebook o Twitter sabe que este chaval de origen humilde puede cambiar el mundo.
Bienvenida sea esta marca personal a nuestro pequeño planeta.
“No existe remedio contra el mal cuando los vicios se convierten en costumbres.”
Seneca
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