Para nadie resulta sorpresiva la inmensa cantidad de utilidades y servicios que a diario se le atribuyen a Twitter.
Lo cierto es que, con el tiempo, la creación de Jack Dorsey se convirtió en un todo terreno digital donde la palabra imposible simplemente no encaja.
Gracias a los 140 caracteres de la segunda red social más importante- luego de Facebook- es posible informarse gracias a los datos de medios de comunicación, instituciones y periodistas que poseen una cuenta en dicha plataforma.
El envío de estos mensajes se puede realizar tanto por el propio sitio, como vía SMS, programas de mensajería instantánea e incluso desde cualquier aplicación de terceros, entre ellos Twidroid, Xbox, Blackberry, Ubertwitter, Tuenti, Facebook y Tweetboard, sólo por nombrar algunos.
Además, el microbbloging te permite el seguimiento de eventos en directo, el intercambio de opiniones durante los mismos -incluso cuando se asiste-, ayuda humanitaria; como sucedió durante el terremoto que azotó a Chile en febrero pasado, realizar entrevistas, campañas de marketing y publicidad, concursos, y la lista sigue, aunque siempre en el terreno social.
Pues bien, gracias a unas investigaciones encabezadas por Johan Bollen, de la Universidad de Indiana, dicha tendencia parece desviar su trayecto y amenaza con entrar de lleno al sector financiero, convirtiéndose en un verdadero oráculo del ánimo del mercado.
De acuerdo con lo resultados, gracias a los múltiples millones de mensajes que a diario se twitean, es posible predecir el desempeño del mercado bursátil, con una precisión del 90%, hasta con cuatro días de anticipación.
El grupo de investigadores descubrió que el nivel de calma o ansiedad relativa en el universo de Twitter coincide en general con la evolución que tendrá el Promedio Industrial Dow Jones unos días después.
¿Cómo está el TL?
El método utilizado no es muy complejo, pero requiere de importantes sistemas computacionales para almacenar y analizar la inmensa cantidad de información que diario lanza la plataforma.
De este modo, analizaron millones de tweets desde 2008 y los clasificaron según el ánimo que mostraban: ¿las masas que twitean estaban alegres o tristes, calmadas o ansiosas, hostiles o agradables, con claridad mental o confundidas?, era la pregunta a contestar.
Teniendo dicha información, los investigadores compararon los cambiantes humores con la evolución del Dow Jones durante ese mismo año.
¿El resultado? Algunos emparejamientos como alegre/triste o determinado/confuso no tuvieron poder predictivo, mientras que la dupla calmado/ansioso sí lo obtuvo.
Gracias a los resultados, el Time Line (TL) de millones de seguidores servirá como nueva herramienta para un mercado tan complejo, pero rentable, como el bursátil.
No son los únicos
Lo cierto es que la propuesta no es del todo nueva. Hace algunos meses los investigadores Eric Gilbert y Karrie Karahalios de la Universidad de Illinois realizaron un experimento similar.
En éste, la gente subía a la plataforma de blogs “LiveJournal”, en la que los usuarios pueden indicar su estado de ánimo en sus mensajes.
Así, los investigadores revisaron los mensajes para buscar indicadores de ansiedad y encontraron una correlación similar con la conducta del mercado; en tests virtuales el modelo tuvo un desempeño un poco mejor que el pasivo índice de inversión.
Una segunda propuesta, encabezada por el británico Duncan Watts, plantea que los "trazos digitales" de las vidas en Facebook y Twitter podrían transformar el entendimiento del comportamiento humano, proporcionando una cantidad de información tan vasta que ningún estudio o investigación podría jamás equiparar.
Con las herramientas adecuadas-postula la investigación denominada "Music Lab"-, las redes sociales podrían servir para predecir si un político ganará una elección, si una película llegaría a ser un éxito de taquilla o si una canción logrará ubicarse al tope de los charts.
Adelantarse a Las Tendencias
Otros estudio publicado por la revista británica New Scientist y realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, quienes alcanzaron similares conclusiones, indicó que el efecto podría compararse con encender un interruptor.
Durante las pruebas se analizó el comportamiento de los usuarios realizando un seguimiento a las aplicaciones que la gente instala en la red social.
Cuando una de éstas es recién lanzada, las personas la van adoptando sin mayor influencia de sus amigos, pero cuando se cruza un cierto umbral de descargas todo se dispara de manera vertiginosa.
Quizá lo más interesante es que el experto cree que es muy probable poder usar todo esto como una herramienta para predecir el resultado de hechos sociales, como las tendencias políticas de la gente en un determinado país o ciudad, el éxito que tendrá un libro o, incluso, qué político tiene más opción de ganar una elección.
Y la exactitud de esta vía sería mucho mayor que la de una encuesta.
Relación entre El Cine y Twitter
Similares objetivos tuvo el investigador Bernardo Huberman, de los laboratorios Hewlett Packard en Palo Alto, California, quien utilizó el cine para ver su injerencia real.
Para ello comparó los comentarios en la red sobre una película recién lanzada con los resultados obtenidos por el mismo filme en Hollywood Stock Exchange, el portal que permite a los fanáticos del cine comprar acciones virtuales, usando los llamados Hollywood Dollars, de los filmes que les parecen más interesantes.
Huberman descubrió que resulta mucho más efectivo predecir el potencial de una película basándose en el número de comentarios en Twitter.
Los medios sociales expresan una sabiduría colectiva, cuyo potencial permite inducir resultados futuros de cualquier índole, concluye el estudio.
“El Deseo es El Motor de La Demanda y El Consumo.”
Ed Razek
CEO Victoria Secret
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