domingo, 24 de mayo de 2009

PENSAMIENTO UNICO
















Se dice que el deseo de creer en algo, es quizás el más poderoso y el más peligroso de los atributos del ser humano. El hombre, como lo define la Real Academia Española, para designar al ser animado racional, varón o mujer; se mueve a la acción impulsado por sus obligaciones y responsabilidades, pero principalmente por sus deseos y creencias, por sus sueños y aspiraciones. Por que dentro de todo hombre existe de una manera u otra una ideología utópica, un conjunto de ideas o pensamientos demasiado optimistas, que desde su formulación aparece como irrealizables, pero que siempre aspiramos alcanzar.

 En el año 1995, Ignacio Ramonet, quien era director del influyente medio impreso Le Monde Diplomatique, publicó un artículo y acuño un nuevo término utilizando palabras coloquiales: el Pensamiento Único. Para Ramonet, el Pensamiento Único viene a ser: una visión social, una ideología, que se pretende exclusiva, natural, incuestionable. Basta con observar a cualquier grupo humano por un momento y fácilmente observaremos que siempre está presente un pensamiento único, un grupo de ideas que son ampliamente aceptadas y nadie se atreve a cuestionar.

Aunque a veces el pensamiento único existe de manera más velada, definido en términos de: “aquí la gente sabe a qué atenerse”. Por ejemplo, hace algunos años en una importante empresa tabacalera regiomontana, las mujeres que se casaban y embarazaban (no necesariamente en el mismo orden) sabían que tenían que abandonar la organización. En una empresa financiera se contrataba a las nuevas ejecutivas y ejecutivos por su apariencia física y por su arraigo (por sus raíces o vínculos en Monterrey). Así funciona el pensamiento único, a través de la formulación y la construcción de conceptos se trata de encontrar una lógica, se busca la forma de justificarla, y de ser posible, perpetuarla.

Para Ramonet, que en 1995 era profesor de Teoría de la Comunicación Audiovisual en la Universidad de París, el pensamiento único de finales del siglo veinte giraba alrededor de: la hegemonía absoluta de la economía sobre el resto de los dominios sociales; el mercado es capaz de corregir cualquier tipo de disfunción social; la importancia de la competitividad; la desregulación de cualquier actividad de carácter social y la privatización. En otras palabras, las ideas conectadas con la ideología tradicionalmente conocida de “la derecha”, que promueve la libertad de mercados y la globalización, representan el pensamiento único de finales del siglo pasado. Y de acuerdo a Ramonet las instituciones más poderosas (países, empresas, y medios de comunicación) así lo promueven y avalan.

No deseo entrar en la discusión de que tan válido o no son las ideas político-económicas de Ignacio Ramonet, deseo principalmente rescatar el concepto del Pensamiento Único. Resaltar como es que a lo largo de la historia humana, siempre un conjunto de ideas fundamentales, una serie de creencias que caracterizan el pensamiento de una colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, prevalecen o intentan predominar sobre las demás. Por que siempre habrá quien afirme tener la verdad absoluta, y de manera automática hace parecer como falsos a quienes no piensen como él. Esto es el pensamiento único.

            Toda esta idea de establecer un pensamiento único no es una novedad, el famoso Augusto Comte – fundador de la Sociología – sostenía que la ideología es un elemento fundamental para explicar las conductas sociales. Comte afirmó que: “las crisis y convulsiones que se generan en el siglo XIX se deben a la gran anarquía intelectual existente en el momento. De acuerdo a su pensamiento la solución a la situación convulsiva del siglo XIX está en asumir la ideología del Positivismo. Esta teoría social insistía que hay que atenerse a lo positum”, a lo puesto, a “lo que está ahí”, sin que valgan rastreos que quieran explicar las causas de la situación, ni siquiera, por su puesto, críticas a la misma.

Según Paulo Freire, un destacado educador brasileño, la aceptación general del pensamiento único, es decir, el que una sociedad acepte de forma sumisa los acontecimientos como son, por que es lo natural, sin margen a cuestionamientos, representa una forma de pensamiento mágico o ingenuo. Los nazis a esto lo denominaban Gleichschaltung (“puesta a punto”), y representaba la instauración de la conformidad, algo que el mismo Hitler definió como: “que todo impreso, desde el alfabeto con el cual los niños aprenden a leer, hasta la última revista, todos los teatros y todo el cine, toda columna periodística y toda publicidad sirva a la única y gran misión".

Por el contrario, la problematización de la realidad”, cuando las situaciones cotidianas se empiezan a percibir como "problemas", es cuando los seres humanos se sienten implicados en ellas. Cuando existe la posibilidad de transformar la realidad.

En su organización o empresa ¿Cuál el  Pensamiento Único?, ¿Qué conjunto de ideas o conceptos se colocan como los únicos y verdaderos?, ¿Quién defiende esas ideas? ¿Quién teme que se cuestione o se analice como problema la realidad actual? Recuerde, la necesidad de creer es algo intrínsecamente humano, y a todos nos gustaría creer que existe una verdad única.

El Pensamiento Único, un conjunto de ideas fundamentales, una serie de ideas que caracterizan el pensamiento de una colectividad o época, de un movimiento cultural, religioso o político, y que prevalecen o intentan predominar sobre las demás; son quizás la más común forma de ceguera mental.

El portugués José Saramago, Premio Novel de Literatura 1998, escribió en su obra “Ensayo sobre la Ceguera” una bellas e inteligentes palabras: Si tu puedes ver, mira. Si tu puedes mirar, observa”. Esto va para todos aquellos a quienes su sistema de creencias les permite ver más lejos y con más claridad, si eres uno de estos tienes una gran responsabilidad en tu organización, no importa el puesto o nivel que ocupes.

Por que al igual que sucede en la novela de Saramago, una sola persona puede ayudar en determinadas situaciones a muchas otras personas. El libro trata sobre una población que es infectada por una desconocida epidemia que priva del sentido de la vista a todos sus pobladores, solo una persona – la esposa del médico de la comunidad – es la única que conserva la capacidad de ver.

La novela del portugués habla sobre la anarquía y desesperación que prevalece cuando la mayoría de las personas permanece en las tinieblas, este es el mismo riesgo que corres las comunidades (y las organizaciones empresariales también) en donde existe un pensamiento único, y principalmente cuando éste se fundamenta en un sistema de creencias erróneo o anacrónico.

 “De todas las ilusiones, la más peligrosa consiste en pensar que no existe sino una sola realidad."

 Paul Watzlawick 

Psicoterapeuta y teórico de la comunicación

 

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