Frente a un auditorio colmado de empresarios y ejecutivos de toda Latinoamérica, Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, explicó cuáles son las cualidades que debe reunir un líder y qué pasos debe seguir quien aspire a convertirse en uno.
El liderazgo según Giuliani puede explicarse en seis principios, aplicables tanto a los negocios como a la vida personal.
El primero de ellos postula que "para ser un líder, se debe tener fuertes creencias. El liderazgo se ejerce con ideas". Giuliani comparó el líder de una empresa con el capitán de un barco: debe decidir hacia dónde ir. Así, "el liderazgo consiste en plantearse objetivos, tener ideas, creencias y defender principios".De lo contrario, uno deja de ser un líder para convertirse en "alguien que se guía por las encuestas de opinión", en vez de por sus propias creencias. Deja de ser un líder y se convierte en un seguidor. "El líder debe mirar hacia el futuro y establecer una dirección -enfatizó-. Del presidente Reagan aprendí a tener un sentimiento de lo que creo y hacia dónde voy". Dirija una empresa o un país, para organizar a la gente el líder debe poseer ideas y objetivos. "Los objetivos no se imponen, se desarrollan. La gente debe participar en su desarrollo, porque así tendrán una mayor conexión con ellos, sentirán que tienen una voz, serán más entusiastas".
"Para ser un líder hay que ser optimista", plantea el segundo postulado. "La mayor parte de la gente sigue a los optimistas, no a los pesimistas. No a los tontos, sino a quienes los ilusionan con una solución". Para Giuliani, "mucha gente se atora en los problemas y se queda ahí. Pero los problemas deben ser pensados desde las soluciones".
"Para ser un líder hay que ser optimista", plantea el segundo postulado. "La mayor parte de la gente sigue a los optimistas, no a los pesimistas. No a los tontos, sino a quienes los ilusionan con una solución". Para Giuliani, "mucha gente se atora en los problemas y se queda ahí. Pero los problemas deben ser pensados desde las soluciones".
Por ello, quienes dirigen organizaciones deben desarrollar la capacidad de solucionar problemas en vez de quedarse atrapados en ellos. Eso hizo Giuliani cuando afrontó el serio problema de criminalidad y desempleo en Nueva York.Un líder debe además ser visionario y poder imaginar un futuro mejor. De este modo podrá plantarse un objetivo y diseñar el camino hacia él.
Pero el optimismo debe ser acompañado de coraje, y allí radica el tercer principio. "Si no tienes coraje, no puedes ser un líder", explicó. Muchas organizaciones apuestan a lo seguro, no corren riesgos. Pero ésta no es la forma de triunfar: el líder debe correr riesgos, no ignorar el temor pero sí saber manejarlo.
"La gente cree que los héroes no tienen miedo, pero no es así. No existe nadie que carezca de temores. Tener miedo es estar conectado con el mundo real, que presenta riesgos todos los días. En los negocios, cada decisión que se toma incluye riesgos. Para ser un líder, hay que comprender que el miedo es algo bueno. En los negocios, tener miedo a lo nuevo es bueno, porque implica la posibilidad de analizarlo para reducirlo o eliminarlo", sostuvo."Debemos tomar el ejemplo de los bomberos (del 11 de septiembre de 2001) -sostuvo Giuliani con énfasis-. Ellos no se quedan paralizados ante el riesgo, se preparan sin descanso, se plantean cómo manejarlo y cómo reducirlo lo máximo posible", agregó. "Se debe tener la preparación adecuada para ser efectivo", explicó. Entonces, citó una enseñanza de sus años como abogado: "los casos no se ganan en la corte, sino en la oficina, preparándose".Sin embargo, no importa lo bien preparado que se esté, siempre puede ocurrir algo no pensado.
Por ello, el cuarto principio pone el foco en prever lo imprevisible: "si estás preparado para todo lo imaginable, estás preparado para lo inesperado".
Por cierto que Nueva York no estaba preparada para un ataque de las características del 11 de septiembre. Pero sí tenía prevista la posibilidad de otras múltiples formas de ataque, y por ello la ciudad pudo reaccionar en forma eficaz."No tenía un plan para ataques con aviones, no lo habíamos pensado. Pero no tenía mucho tiempo para pensar, tenía que tomar muchas decisiones rápido. Tuvimos que cerrar todos los accesos a Manhattan, porque pensamos que podía haber más ataques, tuvimos que evacuar a cientos de miles de personas. Tuvimos que liberar espacio en los hospitales. Tuvimos que prepararnos para trabajar las 24 horas del día durante varios meses. En ese momento me dí cuenta de que todas mis decisiones partían de un plan. No tuvimos que pensar las cosas por primera vez, ya teníamos planes, arreglos para situaciones similares".
Por lo tanto, para el ex alcalde, "en todo equipo es esencial estar preparado. El tiempo invertido en la preparación te hará más efectivo. Practiquen para cosas que tendrán que hacer bajo presión".
Encargado de tomar cientos de decisiones en forma personal y bajo presión, y responsable a la vez del accionar coordinado de miles de hombres y mujeres, el alcalde logró conducir a su ciudad en medio de la tragedia demostrando firmeza en las decisiones y apoyo en el dolor de los familiares de las víctimas.
Por lo tanto, para el ex alcalde, "en todo equipo es esencial estar preparado. El tiempo invertido en la preparación te hará más efectivo. Practiquen para cosas que tendrán que hacer bajo presión".
Encargado de tomar cientos de decisiones en forma personal y bajo presión, y responsable a la vez del accionar coordinado de miles de hombres y mujeres, el alcalde logró conducir a su ciudad en medio de la tragedia demostrando firmeza en las decisiones y apoyo en el dolor de los familiares de las víctimas.
Todo líder, explicó Giuliani al referirse al quinto principio, debe apoyarse en un equipo: "para ser un líder, es esencial comprender el valor de los miembros de su equipo. Un líder triunfa o falla a través de su gente. Un buen equipo es aquél que tiene un balance de las fortalezas y debilidades de sus miembros". Por ello, la primera pregunta que debe hacerse un líder es cuáles son sus fortalezas y debilidades, y entonces rodearse de gente que sea hábil en las áreas que el líder no maneja. "El balance de habilidades es crítico para formar un equipo", concluyó.Una vez más, Giuliani basó su postulado en su experiencia personal: cuando asumió en Nueva York, la ciudad tenía dos problemas, el crimen y la economía. El alcalde sabía lidiar con el crimen, pero no era un experto en economía, y por ello comprendió que debía rodearse de gente que supiera del tema. Sin embargo, aún en esa circunstancia el mandatario siguió confiando en su propio instinto.
"El liderazgo arrogante, que dicta a la gente qué hacer, se acabó. Se debe confiar en la gente, hacerla participar", opinó.El sexto principio, y tal vez el más importante de todos, consiste en lograr comunicaciones efectivas. "El líder debe ser un maestro y un motivador -sostuvo-. Las dos cosas se logran con la comunicación. Se debe pensar en cómo transmitir las ideas en forma efectiva". Un líder también debe medir qué es lo que quiere lograr, y reducir el tiempo en que se lo debe hacer. Debe ver en el día a día qué es lo que se está haciendo para conseguir el objetivo. "Estar a cargo de una organización no es eludir la responsabilidad, sino asumirla. La persona al frente de la organización es la que debe cargar con la mayor responsabilidad". Un líder puede sentirse tentado de comunicar su gestión a través de frías estadísticas, pero eso no es suficiente. "Deben recordar que están dirigiendo una organización de seres humanos -sostuvo Giuliani-. Para ser un líder efectivo se debe amar a la gente, y para motivarla, debe preocuparse por ella. Si estás con ellos cuando les sucede algo malo, ellos estarán contigo cuando te suceda algo malo".
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