“Un mercader de alfombras vio que su alfombra más bella tenía un bulto en el centro. Se paró justo sobre el bulto para achatarlo, y lo consiguió. Pero el bulto reapareció en otra parte. Saltó de nuevo sobre él, y desapareció momentáneamente para reaparecer en otra parte. El mercader saltó una y otra vez, restregando y estropeando la alfombra en su frustración; hasta que al final levantó una esquina de la alfombra y vio salir a una malhumorada serpiente”. Esta narración es del libro “La Quinta Disciplina” de Peter Senge.
Si usted fuera el mercader de alfombras, y alguien le preguntara un mes después, por la alfombra más bella esta casi desecha, ¿Qué le contestaría? ¿Culparía a la serpiente de todo el desastre ocasionado, o asumiría la responsabilidad por haber implementado una solución equivocada en el pasado?
Cuantas veces nos ha sucedido, buscamos en el exterior y en el presente las causas de los problemas, hasta que caemos en cuenta de que quizás, la verdadera causa de los problemas fueron nuestras decisiones del pasado.
Estará usted de acuerdo en que la situación actual que atravesamos (las personas y las organizaciones) es el resultado de las decisiones que tomamos. Y cuando la situación que padecemos es problemática, las causas de los problemas están también relacionadas con las decisiones pasadas. Peter Senge lo dice más sencillo: “con demasiada frecuencia no somos capaces de identificar la causa de los problemas, cuando todo lo que tenemos que hacer es analizar las soluciones que hemos implantado en el pasado”.
Este asunto de ver las soluciones del pasado como causas de los problemas del presente no es tan sencillo, requiere un cambio de enfoque que se basa en lo que denominan: el pensamiento sistémico.
El pensamiento sistémico es una actitud, una visión del mundo que fundamenta en la percepción de lo que nos rodea, en términos “de un todo”. Esta idea surgió hace medio siglo, a partir de los estudios del biólogo Ludwing Von Bertalanffy, quien cuestionó la aplicación del método científico en los problemas relacionados con el estudio de la biología.
De acuerdo a Von Bertalanffy, el método científico se basa en una visión mecanisista y causal, que no permite explicar problemas complejos como los que se presentan en los sistemas vivos. El método científico, según Von Bertalanffy, solo percibe parte de la realidad y lo hace de manera inconexa. Por el contrario, el pensamiento sistémico es integrador, considera la estructura, los diversos elementos de un “sistema”, y su entorno para definir la realidad en su totalidad.
El método científico, se basa en el análisis aislado de las partes, mientras el pensamiento sistémico es “holístico”, considera el todo. Por ejemplo, si una empresa está formada por elementos que son los mejores, de manera asilada, no implica necesariamente que es la mejor empresa. Imaginen una organización que tiene al mejor ingeniero, al mejor vendedor, al mejor contador, si todos ellos no trabajan como parte de un sistema, difícilmente podrán colaborar por la empresa.
Es lo mismo que sucedería si intentamos armar un auto con el mejor motor (Rolls Royce), le instalamos la mejor transmisión (Mercedes Benz), el mejor chasis (Volvo), etcétera; difícilmente podemos asegurarnos que este vehículo pueda avanzar, lo que se necesita es que los componentes funcionen en conjunto, no que sean lo mejor de su categoría en forma aislada.
El pensamiento sistémico, que se derivan de las ideas de Ludwing Von Bertalanffy, representa una forma diferente de ver a la realidad; como lo plantea el autor: “ Si partimos una naranja por la mitad, de arriba hacia abajo, vemos dos segmentos separados por una tira blanca en medio; por otro lado, si partimos la misma naranja por la mitad con un corte transversal al anterior, lo que vemos es un número mucho mayor de segmentos triangulares cuyos vértices convergen en el centro. Es la misma naranja, pero son dos formas distintas de visualizarla”. Buscar la causa de los problemas en las soluciones pasadas, es una forma de aplicar el pensamiento sistémico. Es una forma diferente de ver la vida y sus problemas.
En el año 1972, un grupo de científicos franceses apoyó la nominación de Ludwing von Bertalanffy para el Premio Nobel. El comité que considera las nominaciones no resolvió lo suficientemente rápido, Von Bertalanffy murió el 12 de junio de 1972, y fue sepultado en Montreal.
Esto mismo se lo escuché un día a Carlos Guajardo, brillante ejecutivo y fundador de Asiste.com (un interesante proyecto.com no apreciado en su momento): “El problema con la instalación de un sitio de comercio electrónico, es que no basta con tener el mejor servidor, la mejor infraestructura de telecomunicaciones, las mejores aplicaciones, lo que se necesita es que todo funcione perfectamente en su conjunto”.
“Uno no descubre tierras nuevas sin aceptar en perder de vista la costa de donde partió”
André Gide
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