La opinión de un empleado tiene mayor credibilidad, incluso más que un anuncio publicitario o una estrategia que busca acercar a los medios de comunicación.
Cuando una empresa se ve sometida a los medios de comunicación,y el tema de moda es el escándalo corporativo en que la empresa se ve envuelta, la persona a la que resulta mejor acudir es a un empleado.
Los especialistas en manejo de crisis y los funcionarios de la institución se preocupan por formar comités de crisis y voceros autorizados en el manejo de la misma, que se supone hará las declaraciones y servirá de enlace con los representantes de la prensa en forma permanente.
Además, la entidad se preocupa de aquellos medios de comunicación que dan a conocer el problema interno a la población. Por otro lado, la empresa diseña estrategias de comunicación que conllevan generalmente a conferencias de prensa, campañas publicitarias, entrevistas con periodistas de influencia, etc., para influir en la opinión pública.
Pero, los directivos y grupos de planificación dejan de lado un punto clave dentro del proceso de restauración de imagen: informar a los empleados. Ellos deben conocer antes que todos la verdad y la posición oficial de la institución.
¿Por qué? Primero, porque son los colaboradores directos y permanentes. En segundo lugar, porque actúan como voceros de mayor credibilidad; en la calle, en la escuela, en los trabajos, en los eventos, en las ferias, etc.
Incluso cuando nos pasa directamente, resulta difícil cuestionar a un empleado directo de esa empresa cuando comenta los pormenores del caso, incluso, suelen dar a conocer y profundizar datos que ni siquiera maneja la prensa local. La gente piensa: 'esta persona sabe la verdad porque trabaja en esa empresa, está cerca de los jefes, conoce todas las interioridades de lo que allí sucede, a esta persona yo sí le creo'.
Ahora, cuando las noticias que afectan a su fuente laboral son en absoluto negativas, los empleados también se desmotivan, su ánimo se viene abajo y suelen caer en una profunda incertidumbre acerca de su futuro laboral. Piensan que la empresa va a ser intervenida judicialmente, que va a cerrar operaciones o que está en proceso de quiebra. En algunos casos extremos, hay quien piensa que si sigue trabajando en la institución puede caer preso.
A pesar de ese pensamiento negativo, la percepción que el individuo recibe al interior de la empresa, es la que transmite en la calle, en su familia y a sus amistades más cercanas. No es raro observar en una empresa en crisis algunos empleados actualizando sus hojas de vida y revisando los periódicos todos los días, no para seguir el curso de los acontecimientos sino buscando un nuevo empleo.
Por eso, en el manejo de crisis, es de trascendental importancia incluir dentro de las audiencias principales a los empleados.
La estrategia de comunicación interna en el manejo de crisis debe ser prioridad antes que la estrategia de comunicación externa. Por eso, cuando hemos hablado acerca de los integrantes del comité de crisis el jefe de recursos humanos de puede faltar. Habría que evaluar con gran detenimiento la conveniencia de invitar al presidente del sindicato a integrar el comité de crisis de la empresa.
En fin, 'tiene mayor credibilidad la opinión de un empleado que un anuncio publicitario'.
“Las Palabras son Enanas, Los Ejemplos son Gigantes.”
Proverbio Suizo
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