domingo, 9 de mayo de 2010

QUE QUIEREN ESCUCHAR LOS JEFES?



En ocasiones anteriores hemos hablado al respecto cómo debe ser el empleado ideal, qué caracteriza a un mal jefe o cuáles serán los próximos retos de la Alta Dirección.

En esta oportunidad nos enfocaremos a los jefes y en cómo mantenerlos contentos.

¿Saben realmente los empleados qué quieren oír sus superiores? ¿Qué acciones los favorecen para mejorar su reputación y ser mejor valorados?

Preguntas como esas fueron planteadas por la revista AskMen, quienes a través de un estudio denominado “Things bosses love to hear”, (cosas que los jefes adoran oír) seleccionaron las principales cualidades e ideas que un directivo valora en su equipo de trabajo.

Conócelas y analiza cuáles de ellas ejecutas tú.
· Ideas: para un jefe es primordial poder centrarse en sus obligaciones sin estar preocupado todo el tiempo de qué pasa con los trabajadores. Por esto, un empleado debe tener iniciativas y poner en práctica ideas propias.
· Economía: una organización siempre buscará minimizar los costos, por lo que un jefe apreciará que los empleados le informen de haber encontrado nuevas fórmulas que permitan realizar el trabajo de manera más barata.

Además, le gustará saber que el trabajador encontró opciones para ganar más dinero.

Si un empleado le entrega una buena fórmula, el jefe no lo olvidará.


· Manejo y confianza: los empleados deben hacer saber a su jefe que resolverán personalmente las situaciones importantes o difíciles. Si un superior percibe esa actitud, la reputación del trabajador aumenta considerablemente.

· Responsabilidad: el trabajador debe darle la tranquilidad al jefe de que puede asumir un deber y realizarlo con éxito. “Tranquilo, délo por hecho” refleja a la perfección el concepto de que un empleado se auto asigna una misión y el jefe sabe que puede estar tranquilo.

· Interés: en ocasiones, el trabajador, para solucionar un problema, deberá invertir más de 10 minutos en buscar e investigar salidas. El directivo verá que intenta averiguar qué hacer sobre ello y el trabajador podrá demostrar que trabaja duro en el asunto y lograr una solución.

· Proponer: tras esas averiguaciones, el empleado cree que puede hacer una cosa u otra y le consulta a su superior. Pedir esa opinión al jefe es necesario, pero viene apoyada por la muestra de diferentes opciones.

· Rectificar: cuando un empleado se equivoca, el jefe espera que éste asuma el error y actúe en consecuencia. Una actitud confrontacional y orgullosa no será aceptada en ninguna organización, por el contrario, lo mejor es acercarse al jefe y contarle la situación, pero, de nuevo, apoyándose en un plan para arreglar el asunto.

· Predisposición: no hay nada que le guste oír más a un directivo que “no hay problema” frente a aquellos subordinados que se quejan por cualquier cosa.

· Eficacia: dar buenas noticias puede ser un punto importante a favor del trabajador, ya que es señal de que el trabajo previo se ha hecho bien. Preocúpate de que tu jefe esté al tanto de los resultados.



No basta saber, hay que aplicar lo que se sabe, no basta querer hacer las cosas hay que hacerlas”

Seneca

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